Published online by Cambridge University Press: 11 May 2021
Mirad, por vuestra vida,
¡qué juego de muñecas, qué juego de alfileres,
de alquerque, de las damas, bien a propósito
de las que estiman este nombre!
Donde podréis notar, Florino,
que la invención de naipes, si fue para niños y viejos,
no se les concedió a las mujeres;
como tampoco sus pasatiempos dellas
no se les permiten a los hombres,
que es afrentoso caso hacerse afeminados.
Francisco de Luque Fajardo, Fiel desengaño contra la ociosidad y los juegosLa comedia de capa y espada Las muñecas de Marcela de Álvaro Cubillo de Aragón nos ubica desde su comienzo in medias res en los interiores de una casa principal de la ciudad de Zamora. En su mayoría, las escenas de esta comedia se localizan en el estrado de Marcela, donde esta joven dama principal aprende su educación sentimental con sus muñecas y va dejando atrás su infancia en las pocas horas en que transcurre el espectáculo. El galán Carlos Colona y su criado Beltrán han escapado de una persecución corriendo por los techos de las casas zamoranas para luego terminar asilados y recluidos durante casi las tres jornadas en el espacio más femenino de la casa de la protagonista. Inmóviles cuando ocasionalmente amenaza la vigilancia del padre o la hermana de la dama, Carlos y Beltrán están escondidos en el estrado y travestidos como “muñecos” para disimularse entre los otros juguetes antropomórficos que integran la colección de Marcela. El disfraz de los intrusos funciona como un trompe l’oeil que engaña hasta los más comedidos personajes que irrumpen en el estrado. A diferencia de los “hombres” que evoca Luque Fajardo en su manual contra la ociosidad en el epígrafe, los protagonistas masculinos de esta comedia juegan con “sus pasatiempos dellas”, esto es, juegan con las muñecas de Marcela y se hacen pasar por ellas.
Las casas de muñecas se convirtieron en pasatiempos de la aristocracia europea desde el siglo XVII. Fueron artefactos visuales en un período de la historia de la visión en que la observación científica del espacio celestial corrió en paralelo con la intensificación y desarrollo de la mirada médica hacia el interior del cuerpo humano.
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