Published online by Cambridge University Press: 01 June 2022
Este artículo explora las manifestaciones arqueológicas del poder y de la diferenciación social en las sociedades muiscas que habitaron el norte del Altiplano Cundiboyacense, centro de Colombia, y que fueron descritas por los españoles del siglo dieciséis como grupos profundamente jerárquicos e inequitativos. Se analiza aquí la relación entre la diferenciación social y las condiciones de vida de las personas sepultadas en el Cercado Grande de los Santuarios, un importante centro político y ritual prehispánico, y se aborda a través de indicadores de diferenciación social. Estos últimos se expresan en el ajuar (presencia o ausencia de vasijas, composición), en la modificación craneal artificial, y mediante indicadores óseos y dentales de estrés fisiológico (hiperostosis porótica, cribra orbitalia, hipoplasia del esmalte dental, reacción perióstica) y de actividad física (cambios entesiales y enfermedad articular degenerativa). Los resultados permiten sugerir que la población no exhibía diferencias importantes en sus condiciones de vida. De acuerdo con los indicadores analizados, si existió diferenciación social, esta no estuvo acompañada de una distinción en las tareas propias de la vida cotidiana que conllevara una separación del grupo dominante.
This study explores the archaeological manifestations of power and social differentiation between Muisca societies that inhabited the north of the Altiplano Cundiboyacense, central Colombia, described as hierarchical and inequitable groups by the Spanish during the sixteenth century. The relationship between social differentiation and living conditions of the people buried in the Cercado Grande de los Santuarios (Tunja), an important political and ritual center, are explored through indicators of social inequality, expressed by grave goods (presence or absence of vessels, composition) and artificial cranial modification, and through indicators of both physiological stress (porotic hyperostosis, cribra orbitalia, enamel hypoplasia, periosteal reaction) and physical activity (entheseal changes and degenerative joint disease). The results suggest that the population did not exhibit radical differences in their living conditions. These findings suggest that if social differentiation really existed, it was not accompanied by a distinction involving true privilege or separation of the dominant group from the tasks of daily life.