Collaboration with Collectors to Recover and Repatriate Indigenous Human Remains Removed from Spirit Eye Cave
Published online by Cambridge University Press: 24 February 2022
This article presents a case study detailing the difficulties and results of collaborating at a privately owned cave site. For many years, Spirit Eye Cave—a privately held cave system—was a pay-to-dig site, with detrimental effects on the archaeological deposits. The pay-to-dig chapter had impacted this important site, but professional archaeologists had not tried to piece together this destructive history. After months of sleuthing, it was determined that some of these pay-to-dig patrons had recovered and owned or sold Indigenous ancestors from the cave. This discovery was unexpected and shocking, but it focused the efforts at the site on the recovery of these ancestors from private collections. These conversations have been uncomfortable but have demarcated responsible and responsive stewards (RRSs) from bad actors, resulting in the recovery of multiple artifact collections and ancestors that have produced significant research results and opened previously nonexistent dialogues with modern descendant communities.
Este documento presenta un estudio de caso que detalla las dificultades y los resultados de colaborar en un sitio de cueva de propiedad privada. Durante muchos años, Spirit Eye Cave, un sistema de cuevas de propiedad privada, fue un sitio de pago por excavar con efectos perjudiciales en los depósitos arqueológicos. La era de pagar por excavar había impactado este importante sitio, pero los arqueólogos profesionales no habían tratado de reconstruir esta destructiva historia. Después de meses de investigación, se determinó que algunos de estas personas que pagaban por excavar habían recuperado y poseído o vendido a ancestros Indígenas de la cueva. Este descubrimiento fue inesperado e impactante, pero centró los esfuerzos en el sitio hacia la recuperación de estos antepasados de colecciones privadas. Estas conversaciones han sido incómodas, pero han demarcado a los administradores responsables y receptivos (RRS) de los malos actores. Lo que ha resultado en la recuperación de múltiples colecciones de artefactos y ancestros que han producido resultados de investigación significativos y han abierto diálogos previamente inexistentes con comunidades descendientes modernas.