Se analiza la labor de los ingenieros militares como agentes locales para la resolución de los conflictos globales que afectaron al Caribe español durante el siglo XVIII. Además, se examina su integración en los circuitos de traslación del conocimiento conformados en torno a las principales ciudades caribeñas pertenecientes al Imperio español, y su participación en la transferencia de una cultura materializada en ideas, instituciones e instrumentos. El análisis de estos traslados supone una temática novedosa que permite entender la adaptación de un conocimiento técnico promovido por los ingenieros en su arquitectura, el cual sería determinante en la constitución de una determinada imagen del poder imperial al otro lado del Atlántico.